Hace unos cuantos días, hablando con unos amigos, surgió el tema de una pareja de extranjeros residentes en España que se habían quedado sin trabajo y en este tránsito ella había quedado embarazada. Lógicamente, la discusión giraba en torno al miedo por el porvenir de los futuros padres y sobre todo del bebé, la falta de dinero y medios en general y la mala suerte.
Desde mi punto de vista, las cosas no tenían porqué ser nefastas y les recordé el viejo proverbio que dice: “Cada niño viene con su pan bajo en brazo”. No me sorprendió para nada cuando casi se rieron de mí, pues es una reacción clásica en este mundo tan materialista en el que vivimos.
Esto es lo que nos sucede a diario, vemos siempre el peor lado de las cosas, nos acordamos de todo lo que nos ha hecho sufrir y las ofensas de la gente; pero no tenemos en cuenta la forma a veces “casual” en la que nuestras vidas se reorganizan luego de una etapa de caos y sólo vemos pasado un tiempo, que estuvimos al borde del precipicio y nuestra vida tomó un giro de último minuto y todo se organizó. Nos tapamos los ojos ante las pequeñas sincronías que van sucediendo previas a la solución de un gran problema. Queremos no seguir el pequeño camino que se va construyendo para nosotros con destino a nuestra armonía. Por el contrario, nuestro objetivo parece ser el sufrimiento, la desconfianza en nuestras habilidades, la autocompasión y la autodestrucción emocional.
Yo sí recuerdo haber estado pasando por momentos económicos muy difíciles antes de saber que estaba embarazada y afirmo con alegría que nuestra situación cambió ese mismo mes de concebirla sin ni siquiera saber que estábamos esperándola. Sólo me di cuenta de todos estos detalles “pasado un tiempo”, pues me enteré tardíamente de mi embarazo.
Y es que “Lo que tiene que ser tuyo vendrá….
“Lo que tiene que ser tuyo te vendrá. Así como los que están alineados con el mayor bien experimentarán su más alto ideal, así se te satisfarán tus necesidades diarias. No necesitas preocuparte por tu supervivencia porque hace mucho pusieron un mecanismo especial que regula y garantiza que todo lo que necesites estará allí para ti en el momento exacto cuando lo necesites. A veces no aparecerá hasta el instante preciso en que lo necesites, pero puedes estar seguro que mientras esperas estas siendo fortalecido. Mientras aprendes a confiar en este maravilloso proceso, los obstáculos y dificultades de la vida se quedan por el camino y son reemplazados por una serenidad que no tiene limites.
Estos tiempos de grandes trastornos son realmente regalos para ti. Estás constantemente rodeado por un ambiente que te conduce a expresar lo mejor de ti. Tu ego está dando paso a una persona mucho más amplia y más grande, al servicio de los demás. Estás floreciendo en toda tu gloria y es este el florecimiento que siempre quisiste. Mantente abierto y disponible a las posibilidades, y mientras tanto, mantente en paz. Tus oraciones e intenciones están siendo todas contestadas."
Desde mi punto de vista, las cosas no tenían porqué ser nefastas y les recordé el viejo proverbio que dice: “Cada niño viene con su pan bajo en brazo”. No me sorprendió para nada cuando casi se rieron de mí, pues es una reacción clásica en este mundo tan materialista en el que vivimos.
Esto es lo que nos sucede a diario, vemos siempre el peor lado de las cosas, nos acordamos de todo lo que nos ha hecho sufrir y las ofensas de la gente; pero no tenemos en cuenta la forma a veces “casual” en la que nuestras vidas se reorganizan luego de una etapa de caos y sólo vemos pasado un tiempo, que estuvimos al borde del precipicio y nuestra vida tomó un giro de último minuto y todo se organizó. Nos tapamos los ojos ante las pequeñas sincronías que van sucediendo previas a la solución de un gran problema. Queremos no seguir el pequeño camino que se va construyendo para nosotros con destino a nuestra armonía. Por el contrario, nuestro objetivo parece ser el sufrimiento, la desconfianza en nuestras habilidades, la autocompasión y la autodestrucción emocional.
Yo sí recuerdo haber estado pasando por momentos económicos muy difíciles antes de saber que estaba embarazada y afirmo con alegría que nuestra situación cambió ese mismo mes de concebirla sin ni siquiera saber que estábamos esperándola. Sólo me di cuenta de todos estos detalles “pasado un tiempo”, pues me enteré tardíamente de mi embarazo.
Y es que “Lo que tiene que ser tuyo vendrá….
“Lo que tiene que ser tuyo te vendrá. Así como los que están alineados con el mayor bien experimentarán su más alto ideal, así se te satisfarán tus necesidades diarias. No necesitas preocuparte por tu supervivencia porque hace mucho pusieron un mecanismo especial que regula y garantiza que todo lo que necesites estará allí para ti en el momento exacto cuando lo necesites. A veces no aparecerá hasta el instante preciso en que lo necesites, pero puedes estar seguro que mientras esperas estas siendo fortalecido. Mientras aprendes a confiar en este maravilloso proceso, los obstáculos y dificultades de la vida se quedan por el camino y son reemplazados por una serenidad que no tiene limites.
Estos tiempos de grandes trastornos son realmente regalos para ti. Estás constantemente rodeado por un ambiente que te conduce a expresar lo mejor de ti. Tu ego está dando paso a una persona mucho más amplia y más grande, al servicio de los demás. Estás floreciendo en toda tu gloria y es este el florecimiento que siempre quisiste. Mantente abierto y disponible a las posibilidades, y mientras tanto, mantente en paz. Tus oraciones e intenciones están siendo todas contestadas."
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